Julián Padrón

Julián Padrón, estudiante de licenciatura, Generación 2016

La comunidad universitaria no sólo se enfoca en la excelente educación que los alumnos reciben, sino que los apoyan al crecimiento integral de la persona. Los alumnos de la Universidad Católica tienen la oportunidad de practicar diferentes deportes, entre ellos el fútbol americano. Julian Padrón (Generación 2016) es uno de los jugadores que fue reclutado en Miami por la Universidad para estudiar y crecer como jugador.

Julián estudia negocios internacionales con una especialización en justicia criminal y español. Su padre, que es agente de policía, le inspiró a seguir esta carrera. A Julián le interesaría trabajar investigando y previniendo la delincuencia y los atentados terroristas. Es por eso que Julián disfruta de los cursos de justicia criminal en el departamento de sociología que le permite analizar eventos actuales de gran relevancia. La curiosidad intelectual por comprender los eventos políticos, el proceso de justicia en los Estados Unidos y los negocios han permitido que Julián se perfile para trabajar en el futuro en la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).

Gracias a la ayuda del Centro de Escritura (Writing Center) y a los servicios de tutoría, Julián ha tenido éxito en sus cursos, permitiéndole crecer como alumno. Julián menciona que algunas de las mayores ventajas de la universidad son la ubicación de campus y el sentimiento de comunidad. Al estar la CUA ubicada en Washington D.C., le permite aprovechar de todas las oportunidades de vivir en la capital, incluidas las oportunidades de empleo y de prácticas en el gobierno federal y en instituciones altamente reconocidas. En cuanto al sentimiento de comunidad, Julián describe a la CUA como una familia. Al ser una universidad mediana, muchos de los estudiantes y empleados se conocen y comparten momentos únicos. Los alumnos siempre están pendientes de los juegos deportivos o eventos sociales en la comunidad. Siempre hay mucho movimiento, desde el apoyo que recibe en los juegos de fútbol por parte de la comunidad como en la cafetería, donde todo el mundo come, estudia, y se reúne. Además, ese sentimiento de comunidad se comparte y se regresa a través de diversos programas que permiten llevar el espíritu católico a los demás, como las misiones que organiza la Universidad y que le permitió a Julián disfrutar de una experiencia única en Costa Rica.